El programa de seguimiento fue diseñado en 2006 por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC y el personal del Parque Nacional. Actualmente realizamos muestreos en 24 localidades, en algunos casos de forma simultánea para más de una especie. Para cada punto de muestreo y especie se realizan varias visitas durante la temporada para registrar el pico de abundancia máxima de la especie. Los muestreos se efectúan por uno o dos observadores con la ayuda de un material sencillo (ficha de campo, linterna, prismáticos, manga de muestreo, cubos de plástico, termómetros, cámara fotográfica, claves y guías de identificación). Durante los 14 años de recogida de datos hemos invertido un gran número de jornadas de campo, el equipo ha ido variando ligeramente, con una media de 21 personas participando cada año, y hemos alcanzado un grado mucho mayor de especialización, yendo más allá de los puros conteos de ejemplares, hasta la instalación y lectura de sensores de temperatura o la recogida de muestras de tejido para su análisis genético. También hemos registrado las grandes variaciones interanuales en las abundancias estimadas, así como los cambios que ineludiblemente van sufriendo los ecosistemas, ya sea por causas naturales o inducidas por los seres humanos. Hemos presenciado el avance de los ranavirus en el Parque, diezmando las poblaciones de anfibios en los lugares afectados. También los efectos del cambio climático son palpables, con una extensión del período reproductivo en alta montaña. Por último, hemos sido testigos de la degradación palpable del entorno de los Lagos de Covadonga, a la que se ha sumado la presencia de ranavirus.
Seguimiento de poblaciones en el Parque Nacional Picos de Europa
